Hace bastante tiempo que se viene discutiendo sobre cuántos días debería tener la semana laboral. Algunos señalan que para mejorar la productividad y aumentar la calidad de vida de los trabajadores, lo ideal sería que solo se trabaje cuatro a la semana.
En diciembre del año pasado la filial de Unilever en Nueva Zelanda comenzó a implementar esta medida. “Mantendrán sus salarios al 100% mientras trabajan el 80% del tiempo”, indicó la empresa en ese momento.
«Nuestro objetivo es medir el rendimiento en función de la producción, no del tiempo. Creemos que la antigua forma de trabajar está desactualizada y ya no es adecuada», declaró el director general de Unilever Nueva Zelanda, Nick Bangs.
Pero hay un país que lleva más tiempo experimentando con la reducción de la semana laboral y según los expertos, ha tenido un «éxito abrumador».
Se trata de Islandia, que desde hace años viene experimentando y haciendo estudios sobre los beneficios de bajar las horas de trabajo.
Los empleados del sector público participaron en dos grandes ensayos entre 2015 y 2019, trabajando entre 35 y 36 horas semanales sin rebaja de sueldo, según señala DW.
Las pruebas realizadas por el Ayuntamiento de Reikiavik y el Gobierno nacional mostraron cómo el bienestar de los trabajadores aumentaba «drásticamente» en una serie de indicadores, desde el estrés percibido y el agotamiento, hasta la salud y el equilibrio entre la vida laboral y la personal, según los investigadores del grupo de reflexión Autonomy y la organización de investigación Association for Sustainable Democracy (Alda).
En los ensayos participaron 2.500 personas, teniendo como objetivo mantener o aumentar la productividad y mejorar el equilibrio entre vida y trabajo.
«Fue, según todos los parámetros, un éxito abrumador», afirma Will Stronge, director de investigación de Autonomy.
«Demuestra que el sector público está preparado para ser pionero en la reducción de la semana laboral, y que se pueden extrapolar las enseñanzas a otros gobiernos», agregó.
Foto: Shutterstock