El duelo entre argentinos y neerlandeses estuvo cargado de polémicas, antes, durante y después del cotejo.
En la antesala del encuentro, Louis Van Gaal se encargó de calentar el ambiente con sus declaraciones que apuntaban a los atletas argentinos, e incluso llegó a declarar que si llegaban a los penales, corrían con ventaja para una posible clasificación.
Cuando Lionel Messi marcó el segundo tanto argentino, se acercó a la banca de Países Bajos y celebró con el “Topo Gigio” de Juan Román Riquelme, quien en el pasado tuvo varias diferencias con el DT europeo.
Los jugadores de ambos equipos tuvieron una trifulca cerca del final del segundo tiempo, cuando la albiceleste ganaba 2-1, pero la tensión seguiría.
Llegando a la definición por penales, se impondría el fútbol sudamericano, logrando Argentina la clasificación a la semifinal del certamen mundialista.
Pero lo que unos cuestionan y otros celebran, es la actitud de los argentinos tras finalizar la tanda. Los albicelestes celebraron la clasificación burlándose de sus rivales, e incluso el mismo Messi se acercó a Van Gaal haciéndole gestos de bocón, por lo que había expresado en la previa del partido.
Edgar Davis tuvo que tranquilizar a Messi, que durante una nota también se tomó con Weghorst, popularizando el “qué mirás bobo” en todas las redes sociales.
Pero… ¿Son los argentinos malos ganadores? ¿Es una conducta solo atribuible a los albicelestes?
Recordamos a los españoles en Sudáfrica 2010, que tras eliminar a Alemania en la semifinal, celebraron burlándose de los teutones. A la postre, terminarían conquistando el título por primera vez en su historia.
Es que quizás exista un estigma sobre los argentinos, a los que en casi todo el mundo consideran egocéntricos y despectivos, siendo la realidad algo totalmente distinto.
Con respecto a las celebraciones burlonas ante los neerlandeses, se puede decir que toda acción tiene una reacción, y los albicelestes solo respondieron a las provocaciones que recibieron, y finalmente lo que pasa en la cancha se queda en la cancha.