La selección italiano tuvo que separarlo y la noticia recorrió el mundo. Es que una de sus figuras quedó vinculada a las apuestas deportivas. Se trata de Sandro Tonali, que por su gran nivel en el Milán se ganó una transferencia de 60 millones de euros al fútbol inglés para jugar en el Newcastle.
Ahora el jugador en cuestión pidió ayuda profesional para superar su adicción al juego. Se habla de una sanción por tres años para el joven futbolista de 23 años.