Conmoción ha causado en Estados Unidos la historia de Raiden González, un niño de solo 4 años que quedó huérfano luego que sus padres murieran a causa del coronavirus, con tan solo tres meses de diferencia.
El primero en enfermar fue el padre, Adán, de 33 años. Ingresó en un hospital de Texas el pasado 3 de junio. Lo había contagiado un compañero de trabajo, según revela el diario Daily Mail. Adán no se pudo sobreponer a la enfermedad y falleció a finales de ese mes. Menos de 100 días después, su esposa, María, de años 29, contrajo la enfermedad, que fue fulminante.
Raiden actualmente está bajo el cuidado de su abuela, Rozie Salinas, quien alista una celebración de cumpleaños para el niño el próximo 28 de noviembre, quien sufre por la partida de sus dos progenitores.
«Esta misma mañana me dijo que deseaba tener a su madre de regreso y que solo la quería de vuelta. En esa situación, ¿qué le digo? Así que le dije que ahora son ángeles que están cuidándonos y protegiéndonos», reveló la mujer.
En este sentido, Salinas sostuvo que a quién más extraña el niño es a su madre, debido a que ambos tenían un vínculo mucho más estrecho, ya que pasaban juntos «casi todo el día».
«Mariah quería hacer un homenaje a Adán, pero nunca se concretó», contó a la NBC la abuela del niño.
Rozie espera poder realizar una fiesta temática sobre dinosaurios y camiones, los cuales son los intereses más comunes del niño, que cumplirá cinco años.
«Hemos contactado con varios clubes de camiones, ciclistas, clubes de Mustang, autos clásicos, clubes de Jeep, además del departamento de bomberos. Va a haber una gran participación de personas», indicó.
La familia además inició una campaña de recolección de fondos en GoFundMe, para asegurar recursos para el futuro de Raiden.
Foto: NBC.