Duke Schneider y Catherine Boone llevan 4 años felizmente casados y la suya es de seguro una de las historias de amor más inusuales de Brooklyn, Estados Unidos. A pesar de las grandes diferencias que pudieron hacer de su romance algo imposible, juraron estar juntos para siempre, y lo están cumpliendo. Schneider es un luchador profesional conocido como Pitbull y un guardia retirado de la prisión en la isla Rikers. Creció siendo un devoto de Adolf Hitler y durante ocho años fue miembro del Movimiento Socialista Nacional, considerado el grupo neonazi más grande de Estados Unidos. Fue líder de una pequeña milicia que operaba a lo largo de la frontera de Arizona. Boone es una trabajadora de la salud y personalidad de la televisión estadounidense por cable no muy reconocida. Schneider la había conocido años antes en una convención de coleccionistas de autógrafos, pero se dejaron de ver por un largo periodo, en parte porque él estaba tan ocupado siendo neonazi y en parte porque sus compañeros no le habrían dado su aprobación. Ella es una mujer negra. 
Fue en el 2012 que la vida de él tuvo un giro. Los médicos hallaron lo que parecía ser un tumor cancerígeno en la garganta de Schneider. El pronóstico no era bueno. Durante años, había sentido que se distanciaba cada vez más de su vieja amiga Catherine, pero de pronto se dio cuenta de que ella "era la única que lo hacía sentir como si hubiera esperanza". Con su apoyo, habló con el pastor de ella. En una misa dominical, se presentó ante la congregación; "confesé todo y me arrepentí", dijo Duke, quien después de eso le propuso matrimonio a Boone. La noticia llegó hasta el Movimiento Nacional Socialista cuando la esposa del pastor publicó fotos de la boda de la pareja en Facebook. Los neonazis en todo el país lo atacaron verbalmente. Schneider sintió alivio. "Quería que mis antiguos compañeros supieran que esta mujer negra es mi esposa. Sí, amaré por siempre a esta mujer, y estoy renunciando al nacionalsocialismo", dijo a The New York Time. 
Hoy el uniforme de la SS de Schneider está en una bolsa de basura en su ático, y él habla con arrepentimiento acerca de la época que pasó en el Movimiento Nacional Socialista: "No bebía ni violaba la ley, pero era uno de los hombres más malvados que jamás hayan vivido", dijo Duke. "No era un hombre de Dios. Era un hombre de Satán que servía a Hitler", agregó. La historia de Schneider es una de las historias de transformación más improbables. Actualmente, además de estar casado con Catherine, trabaja como guardia para judíos ortodoxos, resguardando la entrada de las sinagogas, algo que considera un honor, Fotos: Facebook.
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