Un estudio señala que el factor determinante para los vínculos estables es la flexibilidad psicológica.
La pandemia del coronavirus ha puesto a prueba a toda la humanidad, en un hecho sin precedente en toda su historia. El confinamiento prolongado, además de los elevados índices de ansiedad, depresión y angustia, han dejado de manifiesto problemas que por años se barrieron bajo la alfombra.
También ha generado el quiebre de muchas parejas, además de cuestionamientos internos sobre el rumbo que se lleva y si se está feliz con lo que se ha vivido hasta ahora.
Pero qué parejas y por qué se han manteniendo firmes y unidas, a pesar de que pareciera que el mundo se está cayendo a pedazos. Según una revisión científica de 174 estudios y datos de más de 44.000 personas, de la Journal of Contextual Behavioral Science, el factor más importante para las relaciones estables y felices es la flexibilidad psicológica.
El estudio señala que las personas psicológicamente flexibles se caracterizan por un conjunto de actitudes y habilidades: generalmente están abiertas y aceptan experiencias, sean buenas o malas.
«Intentan ser conscientes del momento presente; experimentan pensamientos difíciles sin reflexionar sobre ellos; buscan mantener una perspectiva más amplia cuando se enfrentan a un desafío; continúan persiguiendo objetivos importantes a pesar de los reveses; y mantienen contacto con ‘valores más profundos’, sin importar cuán estresante pueda ser un día», dice la publicación.
Según Ronald Rogge, profesor asociado de psicología en la Universidad de Rochester y coautor del estudio, este meta análisis subraya que ser consciente y emocionalmente flexible en situaciones difíciles y desafiantes «no solo mejora la vida de las personas, sino que también puede fortalecer y enriquecer sus estrechas relaciones».
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