Uno de los episodios más bullados de los actuales Juegos Olímpicos de Tokio fue el retiro de Simone Biles de la competencia por equipos, además de algunos individuales, con el objetivo de cuidar su salud mental.
Si bien Biles regresará para competir en la final de barra de equilibrio, su salida llevó a la entrada de la joven Jade Carey, tercera estadounidense en el top de los atletas que pasaban a la final completa y que se quedó fuera al permitir únicamente a dos por país.
Ahora, la estadounidense, debutante en Tokio, se quedó con la medalla de oro (14.366 puntos), imponiéndose a las favoritas, entre ellas la subcampeona olímpica del concurso completo, Rebeca Andrade, que terminó quinta, consigna El Confidencial.
Carey, con 21 años, recupera así la posición de Biles, recogiendo el testigo de su compañera después de una final de salto, en la víspera, en la que acabó octava y última: no hizo bien la carrera en su primer intento y sobrepasó el potro sin más. Hubo unos segundos en que pareció a punto de abandonar, pero logró hacer el segundo y comenzó a llorar. Y este lunes se redimió con el oro que, casi con toda seguridad, habría ganado Biles.
La plata fue para la italiana Vanessa Ferrari. La nota (14.200) le valió su primera medalla olímpica después de cuatro participaciones. El bronce se lo quedaron dos gimnastas, la japonesa Mai Murakami y la rusa Angelina Melnikova, por la misma puntuación (14.166). Para Murakami fue su primera medalla olímpica; para Melnikova, la cuarta. Fue plata por equipos en Río; en Tokio ha ganado el oro por países y los bronces en el concurso completo y el suelo.
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