En los últimos tiempos Japón ha sufrido ataques contra políticos que están rompiendo su plácida normalidad. Nueve meses después de que el ex primer ministro Shinzo Abe muriera tiroteado, el actual jefe del Gobierno, Fumio Kishida, ha tenido que ser evacuado este sábado por la mañana de un intento de atentado.
Kishida iba a dar un mitin electoral en el puerto pesquero de Wakayama, al sur de la isla principal de Honshu y cerca de Osaka, cuando uno de los asistentes, un joven que se ocultaba el rostro con una mascarilla, lanzó un objeto «de metal plateado y cilíndrico», según informan los medios nipones. Mientras el primer ministro se ponía a cubierto, un pescador se abalanzó sobre el atacante cuando estaba a punto de sacar algo de su mochila. De inmediato, una melé de guardaespaldas y policías con chubasqueros blancos se echó encima del joven para inmovilizarlo. Tal y como muestra un vídeo del incidente, justo en ese momento hubo una fuerte explosión y una nube de humo salió del artefacto, lo que desató el pánico entre el público, que huyó corriendo entre gritos.