A esta altura de la historia del cine, «Titanic» ya es prácticamente un clásico. Y no solo por su trama, su espectacular producción y la cantidad de premios que cosechó en su momento, sino también porque fue la película que catapultó definitivamente la carrera de Leonardo DiCaprio.
Titanic marcó una fiebre a nivel mundial tras su estreno. De acuerdo al profesor de psicología Jonathan Freedman, de la Universidad de Toronto, es llamado «contagio de masas», en donde la gente reacciona a algo e influye en los demás. Si nadie hubiese escuchado que hay personas que han ido a ver Titanic diez veces, entonces quizá menos personas habrían ido a verla diez veces.
Pero la locura y fanatismo por la cinta dirigida por James Cameron incluso alcanzó a su protagonista, al punto que su casa en Malibú la tenía repleta con referencias a Titanic.
Así lo reveló Megan Weaver, diseñadora de interiores que trabajó para el ganador del Oscar y su madre. Según contó en el podcast Behind The Velvet Rope, «todo era de Titanic, toallas de Titanic, posters de Titanic, Titanic en todas partes».
Según Weaver, tuvo la oportunidad de conocer la mansión del actor a finales de los ’90 luego que le encargaran cuidarla por un tiempo. «Cuando estaba trabajando para Leo…su mamá me dejó quedarme, su mamá era tan dulce».
Sin embargo, cree que la responsable de llenar de objetos referentes a la película fue la madre del actor. «No creo que sea algo que él haría ahora, pero en ese entonces, y de nuevo, esto era en los noventa… y la película ni siquiera era tan antigua».
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