Desde el inicio de la pandemia, las teorías de conspiración sobre el Covid-19 han abundado. Pero, por supuesto, no son más que informaciones falsas, que nada tienen que ver con la realidad. Las vacunas contra el coronavirus –que ahora están ayudando a volver a la humanidad a la antigua normalidad– también han sido objeto de falsedades, siendo el más famoso de ellos, el de que están implantando un microchip a través de la inoculación.
La última teoría absurda que se ha difundido sobre las vacunas asegura que estas imantan a los inmunizados. A través de las redes sociales se han difundido en las últimas semanas decenas de videos en los que diferentes personas se colocan monedas, llaves, imanes u otros pequeños objetos metálicos que se quedan adheridos a la piel, lo que no es comprobable por más de unos segundos, que es lo que suelen durar estos registros.
En algunas de estas publicaciones, los usuarios se identifican como supuestos médicos, para reforzar esta teoría falsa. Por ejemplo, en uno de los videos, un hombre se presenta como el doctor Marcelo Martínez, genetista y representante del grupo Médicos por la Verdad Argentina: «Que sepan todos esos médicos que realmente esta basura emite algún tipo de radiación electromagnética porque es detectable con aparatología», dice en las imágenes, donde no presenta ninguna evidencia científica.
Evidentemente, la teoría de la imantación por la vacuna es completamente falsa como ya han manifestado varios expertos. Pero sí existe un motivo real por el que una pequeña moneda o cualquier otro objeto de poco peso –independientemente del material– se puede quedar pegado a la piel durante unos segundos, como explicó a El Confidencial, la doctora Paloma Borregón Nofuentes, dermatóloga de la Academia Española de Dermatología y Venereología.
«El motivo por el que se pueden pegar a la piel metales, u otros objetos, no tiene que ver con que estemos imantados ni, por supuesto, con la vacuna contra el Covid-19», explicó la especialista, desmitificando esta teoría de conspiración.
«Ahora, con la humedad y el calor, la piel se vuelve más porosa. Los poros se dilatan un poquito más y sudamos, dejando la piel un poco pegajosa; y, por tanto, se pueden adherir cosas», explicó sobre este «fenómeno» la dermatóloga. «Y no tiene por qué ser un metal, si pruebas con un papel también se adhiere», aseguró.
Finalmente, la profesional dijo que el teoría de la imantación se puede desmontar fácilmente: «Hay un truco para desmontarlo. Si aplicamos algún secante que absorbe la humedad de la piel, como el polvo de talco, ya no se pegaría nada», concluyó.
Foto: Captura.