Jake Gyllenhaal es el protagonista de la última gran campaña de Prada, para su nueva fragancia, la Luna Rossa Ocean. Esta participación ha sido el detonante de un publirreportaje de Vanity Fair, donde el actor entregó algunas respuestas bastante poco convencionales.
Una de las últimas películas donde pudimos ver al intérprete fue «Spider-Man: Lejos de casa», y ahora mismo su agenda está repleta de proyectos como «The Division», «Francis and the Godfather» (donde encarna a Robert Evans, productor de El Padrino) o la más próxima, «Ambulance», el nuevo thriller de acción de Michael Bay.
Pese a esta cantidad de títulos, la entrevista de Vanity Fair toma otros derroteros, en tanto a reflexiones sobre el mar, los barcos o la complicada relación de los actores con la publicidad. El tono del artículo es marcadamente excéntrico, pero el clímax llega cuando el periodista Andrew Whelan le pregunta a Gyllenhaal por sus «rituales de ducha».
«Siempre me desconcierta que los estropajos provengan de la naturaleza; parecen hechos en fábrica pero no es así, y siempre me ha sorprendido», respondió el actor sin venir al caso, y luego suelta la bomba: «Creo que bañarse no es tan necesario».
«Los buenos modales y el mal aliento no te llevan a ningún lado, así que lo hago. Pero creo que no bañarse es realmente útil para el mantenimiento de la piel, y además nos limpiamos naturalmente», agregó.
De todo esto se puede extraer que Gyllenhaal se baña habitualmente, pero solo por inercias sociales y, si por él fuera, procuraría cuidar su piel utilizando métodos alternativos.
Así, el actor se suma a otras celebridades que han hecho públicos sus malos hábitos de higiene personal, como Ashton Kutcher y Mila Kunis, quienes recientemente revelaron que rara vez bañan a sus pequeñas de 4 y 6 años, «solo cuando se les ve la mugre».
Foto: Shutterstock.