Mediante una investigación fiscal, develaron una red de trata de personas que, como fachada, se hacían pasar como una congregación de monjas.
Las niñas tenían la intención en convertirse en religiosas, sin embargo, eran sometidas al criadazgo.
«Reunimos las pruebas para solicitar el juicio», indicó Vivian Coronel, fiscal.
«Esta congregación no se encuentra reconocida por la Diócesis», comentó.
«En este caso, una adolescente tenía la voluntad de convertirse en religiosa y con esa fe o ese criterio ella fue engañada y llevada a este lugar para supuestamente formarse como novicia», expresó.