Es inevitable, luego de hacernos una herida saldrá una costra, pues es la forma en que las lesiones cicatrizan. Y todos quienes han pasado por esto saben la tentación de retirarla que se produce una vez que se ha formado.
Pero si lo hacemos, lo más normal sea que estemos propiciando la aparición de una cicatriz o marca en nuestra piel que podría quedar para siempre. Sin embargo, no todas las costras son iguales, como explica el doctor Raúl de Lucas Laguna, especialista en dermatología infantil.
Un tipo de costra son las hemáticas: las que aparecen cuando nos damos un golpe. Esta es producida por los restos sanguíneos de una hemorragia producida por el golpe. «En el caso de estas costras, lo mejor es no retirarlas de manera traumática, pues podemos dejar una erosión en la zona y crear una lesión tipo cicatriz», especifica el doctor.
Por otro lado, están las costras producidas por exudado, sobre todo comunes como efecto de procesos infecciosos. «En este segundo caso es importante su retirada, ya que por debajo pueden proliferar distintos microorganismos», apunta el profesional.
En el caso de que la costra se haya sido resultado de un pequeño traumatismo, de Lucas Laguna recomienda que, en primer lugar, se trate la herida con un producto antibiótico o antiséptico para evitar la infección, así como con un producto humectante para que esta costra «se quede un poco más blanda» y de esta manera evitar su retirada, publica ABC.
Cuando se trata de granos, de aquellos que suelen salir en el rostro y que pueden derivar en una costra, el doctor recomienda no retirarla y utilizar «un producto tópico para que vaya desapareciendo». Aun así, explica que si se decide retirarla porque la zona es muy antiestética, se debe hacer siempre con todos los procesos de asepsia y lavado posibles, y después aplicar un tratamiento tópico para evitar la sobreinfección.
Para evitar que queden marcas luego de haber tenido una costra, el especialista recomienda no retirarla y poner un apósito encima de esta, para así evitar los roces. Además, una vez que se caiga de manera natural, se debe aplicar hidratación y fotoprotección (si la costra está situada en una zona de la piel que puede estar expuesta a la luz solar), pues así se evita que se produzca una pigmentación mayor en esa zona debido al efecto de la exposición solar.
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