El padre de Britney Spears aceptó finalmente dar un paso al costado y dejar la tutela total que ejerce sobre su hija desde hace 13 años. Según el portal TMZ, Jamie Spears se acercó a los tribunales para retirarse de su posición y realizar una transición ordenada según lo establezca la ley, pese a que su abogado aseguró que «no hay razones para suspenderlo o removerlo».
Desde 2008 que Jamie Spears, junto a un fideicomiso, ha supervisado por decisión judicial las finanzas, la agenda y hasta los detalles más minúsculos de la vida de la estrella del pop, de 39 años, después de que esta sufriera un colapso nervioso cuando se encontraba en el huracán del ojo público. «Señoría, mi padre debería estar en la cárcel», dijo la cantante el pasado junio ante la jueza en una audiencia en la que denunció los abusos laborales a los que había sido sometida y donde amenazó con demandar a su familia por lo que le ha hecho.
El demoledor testimonio de Britney incendió las redes sociales y movilizó a los seguidores de la estrella de la música, que clamaban para que el padre la liberara. Al comienzo, el hombre rechazó abandonar su cargo, pero este jueves su abogado ha presentado ante el Tribunal Superior de Los Ángeles la respuesta afirmativa a la solicitud de su hija para poner fin a la tutela. Según los documentos judiciales, lo hará una vez que se resuelvan «varios asuntos pendientes en los tribunales».
El abogado de Jamie Spears argumentó que la decisión para dimitir «en el momento adecuado» tiene que ver con zanjar la «batalla pública con su hija». Agregó que pretende trabajar con el tribunal y con el nuevo abogado de la cantante, Mathew Rosengart, para preparar una transición ordenada «a un nuevo tutor».
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